miércoles, 5 de mayo de 2010

Fernando II (1474-1504)

Fernando II de Aragón, el Católico (Sos, 10 de mayo de 1452 - Madrigalejo, 23 de enero de 1516), rey de Aragón y de Castilla (como Fernando V).

BIOGRAFÍA

Hijo de Juan II el Grande y de su segunda esposa Juana Enríquez. Fue rey de Aragón entre los años 1479 y 1516. Rey de Castilla entre 1474 y 1504 y también regente de la corona castellana entre 1507 y 1516 debido a la inhabilitación de su hija Juana, tras la muerte de Felipe el Hermoso. Rey de Sicilia (1468-1516) y de Nápoles (1504-1516)

Nació por deseo de su madre en territorio aragonés, ya que se encontraba en Navarra (en las disputas de sucesión entre su hijastro Carlos y su esposo Juan II) y se desplazó hasta el caserón de Sada, sito en la frontera con Navarra, de la villa de Sos. Reconocido heredero de la corona aragonesa a la muerte de su medio hermano, Carlos, príncipe de Viana (1461), fue coronado como Rey de Aragón en Calatayud; fue nombrado lugarteniente general de Cataluña (1462) y, en 1468, rey de Sicilia. Con dieciséis años tuvo amores con una dama llamada Luisa de Estrada,[cita requerida] de la que nació su primer hijo, Alfonso de Aragón, el cual llegaría a ser arzobispo de Zaragoza.

Durante la guerra civil catalana (1462-1472), en la que tomó parte activa, se familiarizó con la administración del estado a instancias de su padre. Al morir su primo, el infante Alfonso de Castilla (1468), y ser reconocida la infanta Isabel, su prima y medio hermana de Enrique IV de Castilla, como heredera de Castilla, su padre Juan II puso su empeño en conseguir el matrimonio de Fernando con la princesa castellana, que se produjo en octubre de 1469, en Valladolid. Sin embargo, a la muerte de Enrique IV (1474) empezó una guerra civil entre los partidarios de Isabel y los de la hija de Enrique, Juana la Beltraneja, apoyada por el rey de Portugal, Alfonso V el Africano, que pretendía casarse con ella, uniendo las coronas de Castilla y Portugal. Fernando, tras arduas discusiones con la recelosa nobleza castellana, consiguió ser proclamado corregente de Castilla con los mismos derechos que Isabel mediante la Concordia de Segovia (1475). Fernando participó activamente en la dirección militar de esta guerra, a cuyo resultado contribuyó de una manera definitiva, sobre todo con la victoria de Toro (1476). De 1476 a 1477 fue administrador de la Orden de Santiago.

REY DE ARAGÓN Y CASTILLA

La guerra terminó con la derrota de Juana. Por el Tratado de Alcáçovas (1479), Juana renunció al trono en favor de Isabel y se recluyó en un convento de Coímbra, convirtiéndose Isabel I en reina indiscutida de Castilla. Ese mismo año, Fernando sucedió a su padre como rey de Aragón. Pero fue en el año 1475 cuando puede fijarse la unión de ambas coronas según los términos de la Concordia de Segovia (corroborada más tarde en el Concordia de Calatayud del año 1481) por los cuales Fernando fue nombrado rey de Castilla como Fernando V, reinando junto con su mujer la reina Isabel I, uniendo así ambas coronas. Sin embargo, la reina Isabel I de Castilla no pudo ser nombrada de iure reina de Aragón, pues la ley sálica de dicho reino se lo impedía. Por ello, Isabel fue reina consorte de Aragón.

Tras dictar las primeras medidas de ordenamiento interno de sus reinos (en 1480 se institucionaliza la figura del corregidor; en 1481 se crea la Inquisición en Castilla; se sanciona a los nobles rebeldes y se reorganiza la hacienda real), los reyes emprendieron en 1481 la conquista del reino nazarí de Granada. A través de las dificultades de esta guerra (1481-1492), fundamentalmente de asedio, el rey Fernando fue revelando sus dotes diplomáticas y militares. La guerra terminó con la capitulación de Granada el 2 de enero de 1492. La conquista del último reducto musulmán en la península otorgó a los reyes un prestigio que ayudó a consolidar la autoridad real. En los reinos de la Corona de Aragón, Fernando no modificó el sistema político tradicional (que dificultaba la concentración de poder en manos del rey), y puso fin en sus Estados al problema de los remensas catalanes mediante la abolición de los malos usos y la consolidación de los contratos de enfiteusis (sentencia arbitral de Guadalupe, 1486).

Introdujo en Castilla las instituciones aragonesas de los consulados (como el Consulado del Mar, de Burgos) y los gremios, favoreciendo de este modo el desarrollo económico castellano, especialmente el comercio de la lana. En el aspecto religioso, llevó a Castilla la Inquisición (presente en Aragón desde 1249) y reformó el programa de su esposa, sentando las bases del Estado moderno al introducir la uniformidad religiosa (decreto de expulsión de los judíos del 3 de marzo de 1492 (salvo bautismo) y conversión forzosa de los moriscos granadinos en 1503, a los que la reina había garantizado el derecho a la libertad religiosa tras la capitulación del reino de Granada).

EN ITALIA

A partir de 1492, Fernando centró su actividad en la tradicional expansión aragonesa hacia Oriente, principalmente Italia y el norte de África. Mediante el tratado de Barcelona (1493), recuperó el Rosellón y la Cerdaña (ocupados desde 1463 por Francia). En Italia, para oponerse al intento francés de anexionarse el Reino de Nápoles y Sicilia, organiza la Liga Santa (1495), su primer gran éxito diplomático internacional. Los éxitos en las campañas militares (en las que el ejército del rey era dirigido por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán) y la astucia del rey permitieron expulsar a la dinastía reinante del Reino de Nápoles y Sicilia y, en 1504, a los franceses, con lo que Nápoles se sumó a las posesiones de la corona. El papa Alejandro VI, que a pesar de ser de originario de los territorios de la Corona de Aragón, no tenía buenas relaciones con él porque temía que en sus afanes territoriales quisiera incluir parte de los estados pontificios, les concedió el título de Reyes Católicos a Fernando y a su mujer, la reina Isabel I de Castilla mediante la bula papal Si Convenit del 19 de diciembre de 1496. Dicho título fue heredado por los descendientes en el trono (tanto austrias como borbones), poseyéndolo actualmente el rey Juan Carlos I de España.

Otro de sus frentes diplomáticos contra Francia reposó en una sabia política de alianzas matrimoniales, mediante la cual los reyes quisieron establecer alianzas con otros países europeos (matrimonio de sus hijas Isabel y, a la muerte de ésta, María, con el rey Manuel I de Portugal; de Juan, con Margarita de Austria; de Juana con Felipe el Hermoso, y de Catalina con Arturo, príncipe de Gales y, tras la temprana muerte de éste, con su hermano, el futuro Enrique VIII de Inglaterra), aislando a Francia, a la cual hizo fracasar reiteradamente en sus intervenciones en Italia.

NAVARRA

Como hijo de Juan II intervino de forma activa en la Guerra Civil de Navarra, con la introducción de tropas castellanas en el interior del Reino de Navarra, hasta que en 1512 y con la excusa de apoyar al bando beamontés realizó de forma abierta la Conquista de Navarra con las tropas castellanas, al mando del duque de Alba. Para controlar el reino y dentro de las medidas diplomáticas, se reunieron las Cortes de Navarra el 23 de marzo de 1513, en una asamblea a la que solo acudieron beamonteses, para que le dieran su apoyo, que consiguió, tras prometer respetar todos los derechos del Reino. Tras ello, los procuradores le juraron obediencia como «Católico rey don Fernando, rey de Navarra nuestro señor de aquí en adelante...».

El 7 de junio de 1515, las Cortes castellanas reunidas en Burgos, sin presencia de navarros, aceptaron la incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla propuesta por el rey Fernando.[9] [10] No obstante, la guerra para controlar el reino se prolongaría hasta 1524, reinando su nieto, Carlos I.

EXPANSIONISMO Y SUCESIÓN

En el norte de África, se mostró contrario a ocupaciones a gran escala y restringió sus acciones a la ocupación de algunas plazas litorales del Mediterráneo, como por ejemplo Orán.

Mientras todo esto ocurría en Europa, el descubrimiento de América y la rápida ocupación y explotación de las tierras americanas iban fortaleciendo la posición internacional de los Reyes Católicos.

A la muerte de Isabel (1504), Fernando proclamó reina de Castilla a su hija y tomó las riendas de la gobernación del reino acogiéndose a la última voluntad de Isabel la Católica. Pero el marido de Juana, el archiduque Felipe no estaba por la labor de renunciar al poder y en la concordia de Salamanca (noviembre de 1505) se acordó el gobierno conjunto de Felipe y la propia Juana, como reyes, actuando Fernando como gobernador. Previamente, Fernando había neutralizado el apoyo francés a su yerno Felipe por el Tratado de Blois, y se había casado con Germana de Foix, sobrina del rey Luis XII. El 19 de octubre de 1505, a los 18 años de edad, se casó por poderes con Fernando II de Aragón, de 53 años, viudo de Isabel la Católica desde hacía casi un año. En los pactos, el rey de Francia cedió a su sobrina los derechos dinásticos del reino de Nápoles y le concedió el título de rey de Jerusalén, derechos que retornarían a Francia en caso de que el matrimonio no tuviese descendencia. A cambio de lo cual el Rey Católico se comprometió a nombrar heredero al posible hijo del matrimonio. El matrimonio levantó las iras de los nobles de Castilla, ya que lo vieron como una maniobra de Fernando el Católico para impedir que Felipe el Hermoso y Juana I heredasen la Corona de Aragón. Con ella tuvo, en 1509, otro hijo, Juan, que de no haber muerto a las pocas horas de nacer, se habría convertido en rey de Aragón.

En 1506, llegó el matrimonio de Juana y Felipe a la península y pronto se manifestaron las malas relaciones entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana, que formaron el grupo felipista) y el suegro (apoyado por los representantes de las ciudades, que formaron el grupo aragonés) de modo que por la concordia de Villafáfila (1506), Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I. Pero el 25 de septiembre de ese año muere Felipe I el Hermoso, y ante la incapacidad de su hija la reina Juana, el Cardenal Cisneros tomó temporalmente la responsabilidad del poder como Presidente del Consejo de Regencia de Castilla hasta la vuelta de Fernando. Cuando éste regresó encerró a su hija de por vida en Tordesillas y gobernó como regente en Castilla, aunque no obstante, se centró en las cuestiones de Italia (tomando parte en la Liga de Cambrai contra Venecia en 1511) y dejó el gobierno de Castilla al Cardenal Cisneros (Concordia de Burgos de 1507).

En su testamento, dejó todas sus posesiones a su hija, y en el puesto de ella debía asumir el gobierno y la regencia de los reinos de Castilla y Aragón, su nieto Carlos de Gante, futuro Carlos I y, hasta su llegada, nombró a su hijo natural Alonso de Aragón regente de los reinos de la Corona de Aragón y al Cardenal Cisneros, regente de Castilla. Murió el 23 de enero de 1516 en Madrigalejo (Cáceres), cuando iba a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara en el Monasterio de Guadalupe. La causa de su muerte pudo estar relacionada con el abuso de cantárida,[11] que en aquellos tiempos se utilizaba como un afrodisiaco, en un intento por lograr un heredero varón con su esposa Germana de Foix.

MATRIMONIO Y DESCENDENCIA

Sin embargo, el Papa era proclive a esta unión conyugal, por los beneficios que le podía traer el estar a bien con la princesa Isabel, una mujer de marcado carácter religioso, ante la amenaza que representaban los árabes a sus Estados Pontificios.[cita requerida] Por ese motivo, ordenó al cardenal Rodrigo Borgia dirigirse a España como legado papal para facilitar este enlace.

Los escrúpulos de Isabel para contraer matrimonio sin contar con la autorización papal impedían realizar la ceremonia.[cita requerida] Finalmente, con la connivencia de Rodrigo Borgia, los novios presentaron una supuesta bula emitida en junio de 1464 por el anterior Papa, Pío II, a favor de Fernando, en el que se le permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un lazo de consanguínea de hasta tercer grado.

Isabel aceptó y se firmaron las capitulaciones matrimoniales de Cervera, el 5 de marzo de 1469. Ante el temor de que Enrique IV abortara estos planes, en el mes de mayo de 1469 y con la excusa de visitar la tumba de su hermano Alfonso, que reposaba en Ávila, Isabel escapó de Ocaña, donde era custodiada estrechamente por don Juan Pacheco. Por su parte, Fernando atravesó Castilla en secreto, disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes.

Finalmente el 19 de octubre de 1469 contrajó matrimonio en el Palacio de los Vivero de Valladolid con Fernando, rey de Sicilia y Príncipe de Gerona. Esto le valió el enfrentamiento con su hermanastro, que llegó a paralizar la bula papal de dispensa por parentesco entre Isabel y Fernando. Finalmente, el 1 de diciembre de 1471, Sixto IV emitió la Bula que dispensaba al matrimonio de sus lazos de consanguineidad.

Con su mujer Isabel I la Católica casado el 19 de octubre de 1469, tuvo 5 hijos:

- Isabel (1470-1498), Princesa de Asturias (1497-1498), contrajo matrimonio con el infante Alfonso de Portugal, pero a su muerte contrajo matrimonio con el primo del fallecido Manuel, que sería rey de Portugal con el nombre de Manuel I, murió en el parto de su hijo Miguel de Paz.
- Juan (1478-1497), Príncipe de Asturias (1478-1497), contrajo matrimonio con Margarita de Austria (hija del emperador germánico Maximiliano I de Habsburgo), murió de tuberculosis.
- Juana la Loca (1479-1555), Princesa de Asturias (1500-1504), Reina de Castilla (1504-1555), contrajo matrimonio con Felipe I el Hermoso (hijo del emperador Maximiliano I) y fue madre de Carlos quien la sucedería y sería también Emperador de Sacro Imperio Romano Germánico. Recluida por su padre en Tordesillas, murió cuando ya reinaba su nieto Felipe.
- María (1482-1517), contrajo matrimonio con el viudo de su hermana Manuel I de Portugal y fue madre de Juan III y de Enrique I el Cardenal, sin olvidar a la que sería la futura emperatriz Isabel de Portugal, esposa de su sobrino Carlos I de España.
- Catalina (1485-1536), contrajo matrimonio con el príncipe Arturo de Gales y tras la muerte de este con su hermano que sería Enrique VIII, por lo tanto se convirtió en reina de Inglaterra, fue madre de la reina María I Tudor.
- Pedro de Embasaguas (1488–1490), el «Infante», falleció a poco de haber nacido.

Con su segunda mujer Germana de Foix, sobrina de Luis XII de Francia, casado el 19 de octubre de 1505 en Blois:

- Juan (3 de mayo de 1509-murió unas horas después de nacer), Príncipe de Gerona.

Unido a Aldonza de Ivorra, noble catalana de Cervera, tuvo dos hijos bastardos:

- Alonso (o Alfonso) (1470-1520) Prelado español, arzobispo de Zaragoza y virrey de Aragón.
- Juana (¿?-¿?), casada con Bernardino Fernández de Velasco III conde de Haro y VII condestable de Castilla.

Otros hijos bastardos:

- María (¿?-¿?), abadesa de Nuestra Señora de Gracia el Real de Madrigal, Ávila.

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